Nosotros
Comunidad Bíblica de la Gracia
¿Quiénes somos?
Somos una familia de personas (una congregación) de diferentes nacionalidades, quienes hemos sido conocidos por Dios en una relación personal por medio de Su Hijo Jesucristo (Gálatas 4:9). Enfatizamos el estudio de La Biblia para entender nuestra manera de conducirnos en nuestra vida cotidiana. El 7 de julio de 1985 nos empezamos a reunir como congregación.
Nuestros principios
La base doctrinal de nuestra congregación es la enseñanza del Evangelio de la Gracia revelado por Cristo al Apóstol Pablo, en cuyos escritos encontramos la voluntad de Dios para nuestros días.
Los dones otorgados por Dios a cada miembro de la congregación deben ser utilizados permanentemente para el desarrollo interno y externo del ministerio.
El respeto y amor al prójimo son características permanentes de todos los miembros de nuestra congregación.
Declaración de fe
La Biblia
La Biblia entera, en sus manuscritos originales, es verbalmente inspirada por Dios y es de autoridad plena para cada aspecto de la fe y la vida (Rom. 15:4; 2Tim.3:16,17; 1Cor.10:6; 2Pedro 1:20-21).
La Deidad
Hay un Dios creador de todas las cosas que existe eternamente en tres Personas: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo; cada uno distinto del otro, inseparables, co-iguales; ilimitados, inmutables en poder, presencia y conocimiento. Cada uno digno de adoración y obediencia (Gén.1:26; Dt. 6:4; Mt.28:19; Hch. 5:3-4; Rom. 11:33-36; 1Cor. 8:6; 2Cor.13:14; Ef. 4:4-6; Col. 1:16-17; 1Tim. 2:5; Heb. 1:8-10; 1Juan 5:7).
Jesucristo
Creemos en la plena humanidad y plena deidad de nuestro Señor Jesucristo y que fue concebido por El Espíritu Santo y nació de la virgen María. Creemos en Su vida sin pecado, Sus milagros, Su muerte sustitutiva, Su resurrección corpórea, Su ascensión a la diestra del Padre y Su regreso personal en poder y gloria. Él es el Salvador y Señor de nuestras vidas (Mt.1:20-21; Lc.1:31-35; Rom.1:3-4; 1Cor. 15:1-8; 2:6-11; Fil.2:6-9; Tito 2:13-15).
El Espíritu Santo
El Espíritu Santo es una Persona de la Trinidad. Él convence al mundo de pecado, regenera, sella, bautiza, instruye, habilita al creyente y mora en él para que pueda vivir una vida piadosa (Jn.16:7-8; Hch. 5:3-4; 1Cor. 2:10-12; 6:19; 12:13; Gál. 5:16-26; Ef. 1:13-14, 16-18; 4:4-6; Tito 3:5; 1Jn.2:20, 27).
Humanidad y Depravación
Creemos que Dios creó al primer hombre y primera mujer a Su propia imagen espiritual y semejanza. Desobedecieron a Dios, murieron espiritualmente y quedaron sujetos a muerte física. Como sus descendientes, todos hacemos pecadores por naturaleza y por elección, nacemos muertos en pecado, y somos totalmente incapaces de hacer agradar a Dios y, por lo tanto, salvarnos a nosotros mismos (Gén. 1:26-27; Is. 64:6-7; Jn. 15:5; Rom. 3:9-23; 5:12; 8:5-8; Ef.2:1-3; Tito 3:5).
Redención - Salvación
Dios justifica a los pecadores impíos únicamente por Su gracia, sobre la base de la sangre de Cristo, quien murió por nuestros pecados como sacrificio sustituto. Esta salvación perfecta es brindada como don gratuito de Dios, mediante la fe, aparte de cualquier obra humana. Cuando alguien confía en Jesucristo y recibe esa gracia, es nacida de nuevo por el Espíritu, y Dios le hace Su hijo (Jn. 1:11-13; 3:16; 5:24; Rom.3:24-28; 3:24-28; 5:1-9; Ef. 2:8-10).
Seguridad Eterna
Todos los salvos son salvos eternamente en Cristo por el poder de Dios mediante el renacimiento, la morada y el sello del Espíritu Santo y la intercesión de Cristo por los suyos (Col.3:1-4; Fil.1:6; Rom.8:1, Rom.8: 28-39; Jn.10:27-29; Ef.1:13,14).
Santidad del Creyente
Siendo que Cristo obtuvo la victoria sobre el pecado en la cruz y que Su Espíritu mora en todos los salvos, los creyentes pueden y deben vivir con libertad del poder del pecado, según Romanos 6:11. Han sido regenerados y, por tanto, como lo enseña Pablo en 2Cor. 5:17, es una nueva criatura, las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas. Nuestra lucha diaria es contra nuestra carne y sus deseos, por lo cual debemos vivir entregando el control de cada área de nuestra vida al Espíritu y no a la carne, para llegar a ser cada día más dependientes de Dios y más parecidos a Cristo. Un creyente no debe usar la gracia como una excusa para pecar, de lo contrario, estaría demostrando que no la ha comprendido (Sal.119:9-11; Rom. 6:6-17; 8:37; 1Cor. 10:12-13; 2Cor. 2:14; 10:2-5; Gál.5:16-25; Fil. 2:12-13; Tito 2:1-15)
La Vida Humana
Reconocemos que todos los seres humanos han sido hechos a imagen de Dios y creados como hombre o como mujer. Esto implica que Dios le ha concedido al ser humano el derecho a la vida desde su concepción y hasta el día de su muerte natural. Por lo tanto, el asesinato intencional de un ser humano inocente viola el eterno mandamiento de Dios: “No matarás” (Gén. 1:26-27; 9:6; Éx. 20:13; Sal. 139:13-14).
Santidad del Matrimonio
Reconocemos que el matrimonio es entre un hombre y una mujer para toda la vida, y que Dios diseñó las relaciones sexuales para ser disfrutadas solamente dentro de la relación matrimonial ordenada por Dios (Gén.2:24, Mt. 19:4-6, Ef. 5:22-31, Heb. 13:4).
Las Dispensaciones
Creemos que las Sagradas Escrituras se entienden mejor a través del marco de la Teología Dispensacional. La Biblia claramente muestra que Dios trata de diferentes maneras con diferentes personas. Estos cambios en el plan de Dios se conocen como “dispensaciones”. Reconocemos varias dispensaciones distintas, o administraciones en la Escritura. Cada una está caracterizada por revelación de Dios específica sólo para esa dispensación. La dispensación actual, el plan de Dios para la Iglesia, El Cuerpo de Cristo, “el misterio” revelado al Apóstol Pablo, es distinta del plan de Dios para la nación de Israel. Únicamente en los escritos de Pablo encontramos la revelación, posición y destino de la Iglesia (Rom. 16:25-27; 1Cor. 15:51-54; Gál. 1:11-12; Ef. 3:1-12; Col. 1: 24-29; 2Tim. 2:15).
La Iglesia
En la dispensación presente hay Una Verdadera Iglesia Bíblica, invisible y universal, la cual se llama El Cuerpo de Cristo., y de la cual Cristo es la cabeza Se compone de todos los salvos mediante la fe en Jesucristo (1Cor.12:13; Ef.1:22, 23; 3:6; Col.1:18-29). La Iglesia – El Cuerpo de Cristo- empezó históricamente con el ministerio del Apóstol Pablo después de su conversión (entre Hechos 9 y Hechos 13) y antes de la escritura de su primera epístola (Ef. 3:1-9). Compárese con 1Tes.2:14-16 con Hch.13:45, 46; Fil.1:5, 6 con Hch.16 y 1Cor.12:13, 27 con Hch.18).
Dones Espirituales
Creemos que Dios le ha otorgado a los creyentes dones espirituales con los cuales servir al Señor para la edificación de Su iglesia, Su Cuerpo (Rom. 12:3-8; 1Cor. 12:1-31; Ef.4:7-16; 1Pd. 4-10-11). Algunos de estos dones que operaron en la iglesia fueron temporales en su naturaleza, y para el nacimiento e infancia de la misma, incluyendo los oficios de apóstol y profeta. Otros dones como el de sanidad, profecías, lenguas e interpretaciones de lenguas, revelaciones y visiones, cesaron con la conclusión de la revelación del Nuevo Testamento. Estas fueron las maneras y, al mismo tiempo, el poder que Dios les otorgó a los apóstoles para manifestar así su apostolado (2Cor.12:12) y sirvieron como señal a Israel (1Cor.1:22; 14:22, Mt.16:4) y ya han cumplido su propósito. Por lo tanto dejaron de existir entre los creyentes (Rom. 11:11-36; 1Cor.1:22; 13:8-13; 2Cor. 12:12; Ef. 2:20; Fil. 2:25-26; 1 Tim. 5:23; 2 Tim. 4:20). Creemos, sin embargo, que Dios es soberano y capaz de operar de maneras milagrosas como Él lo desee (Ef. 3:20).
Bautismo
Toda persona salva ha sido colocada dentro del Cuerpo de Cristo e identificada con Cristo por medio de Un Bautismo Divino realizado por el Espíritu Santo. Mediante este bautismo único, todos los miembros del Cuerpo de Cristo son identificados con Su muerte y en ella, Su sepultura y Su resurrección. En Efesios 4:5, por inspiración, Pablo dice que hay Un Bautismo, y en 1Cor.12:13, Col.2:12 y en Rom.6:3-4 él habla sobre el Bautismo del Espíritu.
La Cena del Señor
Creemos que la Cena del Señor (Comunión o Mesa del Señor) es un recordatorio del cuerpo traspasado y la sangre derramada de Cristo en la cruz. Creemos que los elementos son únicamente simbólicos, sirviendo como conmemoración sagrada y proclamación de la muerte de Cristo hasta que Él vuelva. La participación en la Cena del Señor está abierta a todo creyente que esté en comunión con Cristo (1Cor.10:14-22; 11:17-34).
La Resurrección
Creemos en la resurrección física de los muertos. Jesucristo fue resucitado corporalmente y por lo tanto, todos tendrán una resurrección corporal. Los salvos serán levantados para la gloria eterna y los no salvos para el castigo eterno (Lc. 24:39-43; Jn. 5:28-29; Hch. 24:15; 1Cor.15:12-24; Fil. 3:21; 2Tes. 1:7-9; Apoc. 20:4-6, 11-15).
El Rapto y su Segunda Venida
Creemos en que un día Cristo vendrá personalmente a tomar a Su Iglesia. Este evento se conoce como el arrebatamiento o “rapto”, el cual ocurrirá de manera premilenial y antes del período conocido como la Tribulación; Mateo 24:15-31). Cristo vendrá para tomar consigo a Su Iglesia en el aire, la cual está formado por los creyentes, tanto vivos como muertos (El Cuerpo de Cristo) (1Cor.15:51-53; 1Tes.4:13-18; Fil.3:20-21; Tito 2:13-14). Luego de la Gran Tribulación de siete años, Él vendrá a la tierra (el Monte de los Olivos) en poder y gloria para establecer su Reino Milenario sobre sobre la tierra (Jer. 30:7; Dan. 9:20-27; Zac.14:4,9; Mt. 24:15-41; Hch. 1:10-11; Apoc. 19:11-16; 20:1-6).
Misión y Comisión
Creemos que nuestro propósito como criaturas y como hijos de Dios es llevar gloria a Dios siendo y haciendo discípulos que a su vez hagan lo mismo (Mt.28:19-20; 2Tim.2:2). Nuestra comisión como Iglesia, El Cuerpo de Cristo, es proclamar el evangelio de la reconciliación (2Cor.5:14-21) donde Cristo no haya sido nombrado (2Tim. 4:2; Gál.1:8,9; Rom.15:20; 2Cor.10:16), y entrenar a los salvos para su crecimiento espiritual “explicándoles a todos cuál es la dispensación del misterio” tal como fue revelada al Apóstol Pablo (1Cor. 4:16; 11:1; Fil. 3:17; 1Tim.1:11-16) para que la trasmitiera a nosotros – los gentiles- (Rom.11:13; 15:16) en lo que él llama “mi evangelio” (Rom. 2:16; 16:25; 2Tim. 2:8) y también “el Evangelio de la Gracia de Dios” (Hch. 20:24). Debemos servir a los demás mediante actos de gracia y compasión, y así poder acercarlos a las inescrutables riquezas en Cristo en esta Dispensación del Misterio (Rom. 12:9-21; 16:25-27; 1Cor.10:31-11:1; Gál. 2:10; 6:10; Ef. 3:8-9; 4:11-16; Fil. 2:1-8; Col. 4:3-6; 1Tim. 2:3-7).
Historia
AÑOS DE HISTORIA… y contando…
Después de varios meses de tener un estudio bíblico familiar, la familia Befus, la familia Cabezas, Ana Suárez y sus hijos, y otras personas de Belén, con la ayuda de la familia Guevara de Alajuela, deciden dar el siguiente paso de fe. El 7 de julio de 1985 la Comunidad Bíblica de la Gracia tuvo su primera reunión formal como iglesia.
Lugar: En una casa de madera de Clarence y Elnora Befus, que se ubicaba donde hoy se encuentra el edificio principal del Colegio Palabra de Vida.
Pastor: José Guevara
Música: Alonso Cabezas y José Guevara
Dirigió: Luis Cabezas
Asistencia: 25 personas
Ofrenda: ¢1.625,oo
Maestra de Escuela Dominical: Cecilia Guevara
En 2002 Dios nos permitió adquirir una propiedad en el centro de Belén. Desde entonces iniciamos los movimientos de tierra. Posteriormente, con la valiosa ayuda de grupos misioneros provenientes de EE. UU. empezamos a levantar muros y graderías, lo que nos permitió trasladarnos a nuestra nueva casa en diciembre del 2006. Dios nos ha bendecido, y poco a poco hemos ido acondicionando cada una de las áreas que el ministerio ha ido requiriendo.